viernes, 14 de abril de 2017

Zamáns se llena de pescadores ante las continuas vedas en el Lagares por vertidos





Los intermitentes vertidos en la parte baja del río Lagares que obligan a la Consellería de Medio Ambiente a prohibir las capturas han provocado el traslado masivo de los pescadores de Vigo al embalse de Zamáns. Cada vez son más los que se deciden por esta alternativa y sustituyen las capturas de truchas por las de black bass, una especie invasora de origen norteamericano y mucho menos fina al paladar.


Aún así, los pescadores argumentan que prefieren comer una pieza de peor calidad, que otra contaminada. No se fían de los vertidos de las empresas, sobre todo, dicen de los pequeños, que llaman menos la atención, y que van minando poco a poco la pesca. Al menos, alegan, cuando los vertidos son grandes se ven más y se toman medidas.

«En el Lagares se puede pescar en algunos tramos de la parte alta de Cabral, en la cabecera. Allí hay un coto y zona libre y se capturan truchas», comenta el experto Víctor Cid. Reconoce que cada vez se sacan menos licencias y que aumentan los vigueses que salen a pescar fuera de Vigo. «Los que no van a Zamáns, que son muchos, acuden a zonas de Ourense o de Santiago, donde hay buenos ríos trucheros», añade.

Otra opción muy socorrida es la de los ríos salmoneros, pero para eso es necesario esperar al primero de mayo, cuando se levanta la veda. Entonces son numerosos los vigueses que van al río Tea en busca de salmón y reo. Pescan en cualquiera de los municipios de la comarca de O Condado que baña el río. En algunos casos, como Mondariz, existen cotos y acceso libre.

«Ahora la trucha autóctona no se puede comercializar, es para consumo propio. También se practica cada vez más la pesca sin muerte, de captura y suelta», apunta Cid. Por su tienda Pesca Rías Baixas, de la carretera de Camposancos, en Coruxo, pasan pescadores de todo tipo y niveles. «Hay para todos los bolsillos. Tengo clientes que piden una caña de diez euros y otros que pagan 400 por ella. Es como las bicis, depende de lo que busques», concluye el pescador y comerciante.

Las licencias de pesca fluvial han caído no solo en Vigo, sino también en los municipios del área metropolitana. El pasado año los vigueses obtuvieron 1.087 permisos frente a los 1.154 del 2015. Si a estas cifras sumamos las de las localidades del entorno, la diferencia sería de 2.144 frente a 2.216. Y eso que entre los municipios del área se incluyen algunos de mucha tradición pesquera, como Fornelos y Pazos de Borbén. En toda la provincia de Pontevedra las licencias ascienden a 8.616.

Por ciudades, es Ourense la que expide más permisos, con un total de 3.119 al cabo del año, seguida muy de cerca por Lugo, con 2.923. El tercero y cuarto puesto le corresponde a A Coruña y Santiago, ya por debajo de los dos mil. Vigo ocupa la quinta plaza, por delante de Pontevedra y Ferrol.

Durante el pasado año la Consellería de Medio Ambiente tramitó un total de 34 expedientes sancionadores en la provincia, la cifra más baja de las cuatro gallegas. En Ourense llegaron a un centenar, mientras que en Lugo y A Coruña fueron 73 y 50 respectivamente.

Entre las causas de las sanciones figura la ausencia de licencia, la captura de especies prohibidas, o la pesca en espacios protegidos.

Las sanciones impuestas han sido de todo tipo. Una falta leve es castigada con una multa de hasta 300,51 euros, mientras que la calificada como muy grave puede superar los 300.000. También se acompañan a veces de inhabilitaciones de entre uno y diez años.

En lo que respecta a los cotos existentes, Vigo cuenta con Fragoso, en el río Lagares y sus afluentes Eifonso, Comesaña y Barxa, aunque este último está vedado en la actualidad. Más posibilidades ofrece el área metropolitana, con los cotos de Soutomaior en los ríos Verdugo y Oitavén. En O Porriño y Mos están los de los ríos Louro y Perral, y en Gondomar, en el Miñor. En un radio también cercano se encuentra el coto de pesca del río Tea.

Los tramos libres de pesca sin muerte son cada vez más numerosos ante la creciente demanda de esta práctica. Entre ellos está el situado en el río Parada, en Fornelos de Montes, y los del Verdugo, Xabriña, Borbén y Tamuxe. En estos tramos se puede practicar la pesca hasta el 30 de septiembre. Las licencias pueden ser de seis tipos en función de la categoría y de si son para captura intensiva o sin muerte. Los precios oscilan entre los dos euros de esta última y los 13 para salmones y demás especies.



Fuente: La Voz de Galicia

No hay comentarios:

Publicar un comentario