lunes, 14 de julio de 2014

Os Gafos se libra de 250 kilos de basura






Vaipolorío celebró ayer la primera de sus jornadas de la campaña veraniega de limpieza en el curso de Os Gafos. Esta es la decimocuarta ocasión en la que los voluntarios del colectivo ecologista emprenden esta iniciativa que permitió liberar de grandes cantidades de basura este curso fluvial hasta el punto de que hoy en día ya no se encuentran grandes residuos voluminosos como era habitual antaño. La primera jornada de limpieza estaba prevista para el anterior domingo pero tuvo que ser aplazada por las lluvias que dificultaban la visibilidad del fondo del río.

Gonzalo Sancho, presidente de Vaipolorío explicó que ayer fueron un total de 14 los voluntarios que se sumaron a esta primera jornada de limpieza que se llevó a cabo en un tramo de unos tres kilómetros entre A Ramalleira y la Ponte dos Rocíos, en el tramo alto del río. Pese a que el río está mucho más limpio que otros años debido precisamente a las anteriores campañas de limpieza, Sancho señaló que estas campañas son imprescindibles para mantener el río en las actuales condiciones: "Aunque ya no aparecen televisores o neveras como antes, seguimos encontrando importantes cantidades de plásticos, cristales, latas o residuos de obra que hay que retirar". Sin ir más lejos, calculan que solo en la jornada de ayer libraron el curso fluvial de unos 250 kilos de desperdicios.

Los voluntarios de Vaipolorío comenzaron la limpieza por el tramo alto del curso fluvial, entre Tomeza y Vilaboa, y en las próximas semanas continuarán por la zona de O Marco y Casal do río para posteriormente, a principios de agosto, actuar ya en la zona baja del río, que coincide por su paso por el entramado urbano de Pontevedra.

La razón de que hayan decidido empezar por los puntos más elevados del curso fluvial es que el caudal del río es menor en esta zona y aumenta a medida que va sumando afluentes y aportaciones, siendo su nivel todavía elevado en la zona urbana de Pontevedra para efectuar las labores de limpieza. Un invierno húmedo y las lluvias de principio de verano provocan que el río tenga más agua de lo que es habitual, lo que es positivo para el cauce fluvial, pero que obliga a dejar la actuación en el curso bajo del río para bien entrado el verano.


Fuente: Faro de Vigo

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