miércoles, 25 de junio de 2014

Un nuevo cierre por toxina asfixia a los pósitos de la ría de Pontevedra







«Esto no es normal, este año es un desastre, la gente está cansada». Así se expresaba la patrona mayor de Pontevedra, María del Carmen Simón, tras conocer el aviso del Intecmar de un nuevo cierre de los bancos marisqueros del fondo de la ría. Es un clavo más para el ataúd de unos pósitos que no han tenido apenas actividad marisquera en lo que va de año y que no acaban de levantar cabeza. Las cosas están tan mal que la lonja de Campelo aplica un ERE desde hace meses, al igual que la Cofradía de San Telmo. No solo se reduce la gestión interna, sino que también sufre la vigilancia contra los furtivos.

Las mariscadoras de la cofradía de Lourizán se reunieron ayer por la tarde para debatir la situación y ver qué medidas pueden tomar para salir de una situación que les está abocando a la ruina. El pesimismo cunde en un sector donde muchas voces proponen movilizarse.

La situación de este año es especialmente sangrante. Los temporales han destrozado buena parte de la cosecha del fondo de la ría durante el invierno. A esto hubo que sumar la mortandad del berberecho en áreas productivas como O Ameixal. Y, para colmo, la marea roja, producida por el ciclo natural del fitoplancton, obligó a cerrar la extracción antes y durante Semana Santa. La toxina persistió en la ría de forma constante hasta principios de este mes, cuando por fin las mariscadoras pudieron regresar a las playas. Fue un espejismo. La semana pasada, en Campelo se empezaba a notar el tirón ascendente de la almeja fina por la proximidad del verano, pero los niveles de toxina, que volvieron a superar el listón, provocaron el cierre comunicado ayer por la mañana. Las mariscadoras se echan a temblar al pensar de que se les vaya a privar del trabajo durante el verano. Este parece un año perdido.

La situación especial de las mariscadoras les impone un régimen propio a la hora de poder aspirar a la paga por desempleo. Tienen que cumplir unos requisitos como que se prolongue un mes el cierre, y con que un día se abra, aunque no sea laborable -como ya ocurrió varias veces- sus expectativas para acogerse a los subsidios del paro se van al traste.

La patrona mayor de Pontevedra explicó, por ejemplo, que todavía se desconoce la respuesta de Madrid a su petición a la Seguridad Social de acogerse a las ayudas por paro temporal de la anterior marea roja, y eso que solo las pidieron para una semana.


Fuente: La Voz de Galicia

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