martes, 18 de marzo de 2014

El coto de pesca de Melide registra su mejor inicio de temporada







El coto de pesca del río Furelos, que comparten los municipios de Melide y de Toques, tuvo una de las mejores aperturas de temporada que se recuerdan. «Foi a mellor de toda a provincia», resume el presidente de la Asociación de Troiteiros Río Furelos, Xavier Pazo, en consonancia con los datos que maneja del inicio de la campaña en la veintena de cotos disponibles en los ríos coruñeses.
El entusiasmo del presidente del colectivo de pescadores de la comarca melidense viene dado por la soberbia pieza que capturó del cauce fluvial Anxo Ansede Estraviz, un vecino de Fene que el domingo se desplazó al Furelos a pescar. Lanzó la caña en el tramo del río que los pescadores identifican como «o pozo grande das Mazairas», localizado entre el municipio melidense y el vecino de Toques y lo que de allí sacó fue una trucha macho de 2 kilos con 540 gramos de peso y 64 centímetros de largo.
«Estamos impresionados porque non recordamos un inicio de tempada cunha troita desas características», afirma Xavier Pazo para explicar que fue esa captura la que convirtió en excepcional el pistoletazo de salida de la temporada de pesca, que, al igual que años anteriores, también se caracterizó por registrar un buen número de cupos, como así se le llama a la cantidad máxima de piezas autorizada por pescador. Es de 10 capturas, una cifra que alcanzaron seis de los quince pescadores que el domingo tenían permiso para echar la caña en el coto del río Furelos. Los otros nueve aficionados tampoco lo hicieron nada mal porque capturaron entre cinco y siete piezas, según cuenta el presidente de la Asociación de Troiteiros. Sobra decir que todas las capturas eran por lo menos de 19 centímetros, que es la medida mínima autorizada.
Aunque la trucha que convirtió en extraordinario el arranque de la temporada en el río Furelos la capturó un vecino de Fene, la hazaña tiene algo de melidense. Sin restar méritos al pescador, Xavier Pazo cuenta que el cebo que utilizó -un pez artificial- es de los que elabora artesanalmente Quique Veiga, un melidense que reside en A Coruña que, en sus ratos libres, se dedica a la confección manual de ese tipo de señuelos para que las truchas piquen el anzuelo.

Fuente: La Voz de Galicia

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