domingo, 5 de enero de 2014

Seis polígonos mejilloneros de la ría de Vigo siguen cerrados


En la ría hay 484 bateas



«Ha sido un año atípico». Es la definición que realiza Rosendo Queimaño, portavoz de la Sociedad Cooperativa Mejilloneros de Galicia (Socomgal), que añade que la proliferación de episodios tóxicos se ha traducido en una reducción de ingresos, ya que se ha perdido mucho producto, desprendido de las cuerdas por no poder recogerlo a tiempo. Evita Queimaño hacer una valoración de pérdidas económicas porque, según dice, «aún no las hemos cuantificado».
Aunque la ría de Vigo no ha sufrido la dramática situación de la de Arousa, donde un grupo de bateeiros afirmaba que el sector se encuentra «na unidade de críticos», hasta el punto de que el pesimismo con el que encaran el futuro les hacía aseverar que «non vai quedar nada», si está registrando una campaña complicada.
No hay más que echar un vistazo al mapa de bateas para comprobar que el color rojo que marca la prohibición de extraer producto, prevalece con diferencia sobre el azul. Así, ayer permanecían cerrados un total de seis polígonos. Solo el fondo de saco de la ría se libra de los embates de las mareas rojas.
Alguno de dichos polígonos, como el caso del denominado Cangas G, situado en la cabecera de ría, permanece cerrado desde el 5 de octubre. El resto cerraron el 24 de diciembre, una fecha bien singular en el calendario, lo que ha provocado que los propietarios de dichas bateas hayan perdido prácticamente las ventas de la campaña navideña.
Por otra parte, de los dos polígonos con los que cuenta Cangas en la ría de Aldán, se mantiene cerrado uno de ellos desde el 8 de octubre. La autoridad sanitaria levantó el cierre del segundo el pasado día 31.
Las bateas de la zona de Redondela apenas han tenido episodios muy puntuales de toxina diarreica, incluidas las de ostra en Cesantes. Estas no han sufrido el menor problema desde mediados de julio. En cuanto a las de mejillón están todas abiertas desde la primera quincena de noviembre, y dos de los polígonos desde el 15 de octubre.
La ría de Vigo cuenta con un total de 484 bateas. La producción media anual ronda las 35.000 toneladas. El precio del producto fresco en los mercados varia, en función del tamaño, entre los dos y los tres euros el kilo.
Los expertos recuerdan que en el caso del mejillón las pérdidas no pueden cuantificarse como en el de los crustáceos, ya que si los episodios tóxicos no son muy largos basta con retrasar la recogida del producto. Lo malo es cuando la marea roja persiste y los mejillones terminan en el fondo del mar.

 

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