viernes, 26 de abril de 2013

Encarnita Dous





El 12 de julio de 2012, sobre las 03:20 horas, la embarcación de pesca Encarnita Dous salió del puerto de Cedeira (A Coruña) para ir a faenar con el arte de pesca denominado volantilla, entre Cabo Prior y Punta del Limo. A bordo de la embarcación iban dos tripulantes.
Alrededor de las 06:00 horas, la embarcación se encontraba navegando frente a Punta Campelo, con un rumbo suroeste y una velocidad de 3,5 nudos. El patrón estaba en la cabina de gobierno, pendiente del timón y de la sonda, y el marinero en la popa, largando el segundo tramo de red, cuando sintieron un fuerte golpe que hizo balancear la embarcación pero que no alteró su rumbo.
Como consecuencia del impacto se produjo una vía de agua en la amura de babor.

Imagen del Encarnita Dous

La alarma de alto nivel de agua en la sentina se activó y el marinero bajó al sollado a acoplar la bomba hidráulica de achique al motor propulsor. El patrón puso en funcionamiento esta bomba y otra eléctrica que había a bordo y maniobró la embarcación hacia aguas más profundas. El funcionamiento conjunto de las dos bombas no era suficiente para achicar el agua embarcada.
El plan del sollado era corrido, desde el alojamiento de proa hasta el motor propulsor en la popa, y la embarcación se fue inundando de forma progresiva. A las 06:10 horas, el patrón realizó una llamada de socorro por el canal 16 de VHF y luego pulsó el botón de DISTRESS (socorro) de la estación radioeléctrica, que transmitió una llamada selectiva digital con información sobre el pesquero y su posición por el canal 70 de VHF. Los centros de Comunicaciones Radiomarítimas y de Control de Salvamento de A Coruña acusaron recibo de la llamada digital y también la embarcación de salvamento Langosteira de SASEMAR, que puso rumbo al lugar del accidente tan pronto estuvo disponible. El pesquero Maradan llegó a los pocos minutos de realizarse las llamadas de socorro y se mantuvo en todo momento al costado del pesquero accidentado por si era necesaria su intervención.
A las 06:36 horas, la Langosteira llegó al lugar del accidente y encontró el pesquero semihundido y aproado. Se abarloó al pesquero Encarnita Dous y se dispuso una bomba portátil para achicar el agua. Al comprobar que no había posibilidades de controlar la vía de agua, desistieron de su intento y evacuaron a los dos tripulantes al puerto de Cedeira.
El pesquero se hundió pocos minutos después, en una posición de latitud 43º 35,1’ N y longitud 008º 13,4’ W, a unos 10 m de profundidad. Los dispositivos de zafa hidrostática liberaron la balsa salvavidas y la radiobaliza satelitaria y ésta última comenzó a emitir la señal de socorro. En el momento del accidente, el pesquero trasportaba en sus tanques cerca de 500 litros de gasoil y 125 litros de aceite, cuya fuga provocó una mancha de contaminación que fue dispersada con el batido de las hélices de la Langosteira. La embarcación no fue recuperada.

En la embarcación faenaban dos tripulantes

La embarcación Encarnita Dous era un pesquero con bandera de España y base en el puerto de Cedeira (A Coruña). Fue construida en madera en el año 1997. Tenía una eslora total de 9,75 m, una manga de 3 m, un puntal de 1,15 m y un arqueo bruto (GT) de 5,04. Estaba propulsada por un motor diésel de 51,47 kW a 1.700 rpm. En el momento del accidente, la embarcación disponía de los certificados en regla y estaba correctamente despachada y disponía de una licencia para pescar en el Caladero Nacional Cantábrico NW con artes menores.
Desde noviembre de 2011, el pesquero era propiedad de dos personas, y era explotado comercialmente por una sociedad civil compuesta por las dos mismas personas quienes además tripulaban la embarcación.
La tripulación del buque estaba compuesta por dos miembros, un patrón y un marinero, que contaban con las titulaciones profesionales y los certificados de especialidad necesarios para el desempeño de sus funciones. El patrón también realizaba las funciones de mecánico ya que contaba con el título de Patrón Costero Polivalente.

Detalle del lugar del accidente

Las condiciones meteorológicas y marítimas en el momento y lugar del accidente eran de viento del NE de fuerza 2 en la escala Beaufort (4 a 6 nudos), con buena visibilidad y marejadilla, altura significativa del oleaje compuesto inferior a 1 m, asociada fundamentalmente a un mar de fondo, y a una velocidad media del viento inferior a 7 nudos. En el entorno temporal al accidente la marea astronómica era de reflujo, próxima a la bajamar. Dichas condiciones se pueden considerar de escasa severidad para la costa gallega.
Según declararon los tripulantes del pesquero, normalmente calaban el arte de pesca en fondos de 40 brazas (73 m), pero aquella madrugada, como el tiempo era favorable, el viento estaba en calma y la visibilidad era buena, decidieron acercarse un poco más a la costa, en donde la pesca suele ser mejor. En ocasiones anteriores ya habían faenado en la zona y eran conscientes de que había bajos.


Ángel, uno de los dos miembros de la Cruz Roja que participaron en el rescate


«Cando chegamos, o pesqueiro xa estaba moi anegado», explicaba Ángel Rodríguez, uno de los dos miembros de salvamento que acudieron al rescate. «O motor non funcionaba, estaba sen goberno», añadió Ángel, que opina que la brecha debía ser considerable, puesto que el hundimiento se produjo muy rápido.
La operación no estuvo exenta de peligro. «Estabamos abarloados ao Encarnita Dous, se volcaba el, arrastrábanos a nós», describen los de la Cruz Roja.
Ángel y Miguel, el otro operario de salvamento que participó en el rescate, creen que el barco acabó en las rocas por una cadena de sucesos desafortunados. «O mar estaba en calma, por iso se achegaron tanto á costa», cree Rodríguez. Según él, el barco debía de estar avanzando en el momento del impacto, ya que, estando parado, el golpe no habría hecho un agujero tan grande como para hundirlo.
Los dos marineros, conocidos vecinos de la parroquia cedeiresa de Esteiro, estaban en shock tras el accidente, explicaron los mimbros de la Cruz Roja: «Case non falaban, é normal, estas cousas marcan moito aos mariñeiros», decían.
 
No se apreciaron causas técnicas que explicaran el naufragio

Como conclusión y a la vista de lo anteriormente expuesto, no se han apreciado causas técnicas que pudieran haber desencadenado el accidente y ha concluido que el mismo se produjo como consecuencia de un error del patrón del pesquero al no valorar convenientemente el efecto que los factores ambientales (oleaje, viento y estado de la marea) podrían tener sobre las condiciones de seguridad de la embarcación al faenar en una zona de fondo rocoso y poca profundidad.

 

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