domingo, 17 de febrero de 2013

Pescadores del Miño denuncian que los «persiguen» con multas


Unas 150 personas apoyaron la concentración de la Plataforma en Defensa del río Miño

Más de ciento cincuenta personas arroparon ayer la concentración promovida por la Plataforma en defensa del río Miño, que pretende mantener la pesca como segunda actividad. Es la segunda manifestación desde que se constituyó la entidad, y su portavoz, José Benito Pousa, valora «un respaldo social y un compromiso de los partidos palpable». Pero la protesta sacó a la luz otra denuncia del sector ya que aseguran que se ha incrementado notablemente el número de multas, «con un afán recaudatorio».
José Benito Pousa afirma que «no se puede entender otra finalidad en estos hechos». Indica que son los primeros interesados en que se controle el río, «porque es imprescindible, una prioridad para todos nosotros». Pero con la misma, asegura que «hay una gran diferencia entre la colaboración y la persecución». Dispara contra la Armada y censura «que se impongan sanciones por hechos o infracciones sobre las que previamente se debería solo notificar e informar y, en todo caso, esperar a una reincidencia para aplicar la multa correspondiente».
En este apartado, incluye situaciones como las que, según afirma, padecen los pescadores de la zona. «Hace menos de quince días multaron con doscientos euros a un pescador porque estaba soltando el barco para salir a la lamprea cuatro minutos antes de la medianoche del domingo», explica José Benito Pousa. Mantiene que a otros «se le han puesto más de tres multas en una sola semana, y no por faltas graves sino por no llevar el carné o dejar papeles en el coche». En el mismo grupo incluyen a otro pescador al que le sancionaron, asegura, con cien euros, porque el número de la tercera lista era más pequeño que el exigido por la normativa». «Deberían informar para poder corregir antes de imponer la sanción», reivindica el portavoz de la Plataforma en defensa del río Miño.
Sobre el camino que han abierto de cara a que la administración reconozca la pesca tradicional como segunda actividad eximiéndolos de la obligatoriedad de hacerse autónomos como dictamina la Ley, se muestran confiados.
«La propia conselleira, Rosa Quintana, reconoció en el encuentro que mantuvimos con ella que hay que repasar el reglamento y puntos sobre los que se puede dialogar», indicó.
La plataforma considera un sinsentido que «si solo trabajas ocho días al mes, tengas que pagar doscientos cincuenta euros por el mismo período como autónomo; es inviable». Alegan, tanto la tradición como los resultados económicos de su actividad. «La media durante el pasado mes de enero por embarcación no daría ni para pagar gastos, cómo se puede querer cobrar una cantidad fija y tan elevada como autónomos», cuestiona.
José Benito Pousa, con varias décadas de experiencias en las aguas internacionales del río Miño indica que «desde siempre se recuerda, allá por el año 1910, que la pesca era un complemento del trabajo agrario para todos los ribereños».

 

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