jueves, 3 de enero de 2013

Los españoles prefieren el pescado nacional





¿Qué es lo más importante cuando se compra pescado: el precio, el país de origen, que sea fresco o congelado, o si es silvestre o de criadero? El consumidor español medio prefiere el pescado que viene de España, según un estudio publicado en la revista Food Quality and Preference.

España es el mayor productor de pescado en la Unión Europea (UE), pero desde hace unos años su población está consumiendo menos pescado, especialmente mariscos.

Un equipo de científicos reunió a cerca de 900 consumidores de nueve Comunidades Autónomas (Andalucía, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Cataluña, Galicia, Madrid y Murcia) para analizar sus preferencias a la hora de comprar pescado. Los factores evaluados fueron: el país de origen (España, Marruecos y Noruega), si fueron pescados o de criadero, el método de conservación (fresco o congelado) y el precio (6 EUR/kg, 12 EUR/kg y 18 EUR/kg).

Los resultados revelan que el lugar de origen (España, en este caso) es el factor más importante para los consumidores en la compra de pescado. El análisis estadístico muestra que la importancia del país de origen se sitúa en el 42,96%, mientras que las otras tres variables representan menos de la mitad: 20,58% para las condiciones de almacenamiento, 19,13% para el precio y 18,01% para la opción del pescado silvestre o de criadero.

El estudio, publicado en la revista Food Quality and Preference del mes pasado, sugiere que la preferencia por el pescado nacional se podría atribuir a la fiabilidad que ofrece al consumidor. España tiene una larga tradición de pesca y por lo tanto, los productos nacionales se consideran más frescos que sus homólogos importados.

Una tendencia a consumir más pescado fresco que congelado también parece apuntar en esta dirección.

"En general, el precio [del pescado] nativo, salvaje, fresco y de precio medio a barato (6 – 12 EUR/kg) es la opción preferida entre los consumidores españoles", explica a SINC Ana Claret i Coma, del Instituto de Investigación y Tecnología en Alimentos y Agricultura (IRTA) y coautora del estudio.

La investigadora también destaca el hecho de que la mayoría de los encuestados prefirieran el pescado salvaje antes que los peces criados en pisciculturas: "Estos datos sugieren que se deben poner en marcha estrategias eficaces de información para promover el consumo de pescado de acuicultura, como una forma de reducir el exceso de explotación de los recursos pesqueros naturales".

Los datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de España confirman una disminución del consumo del pescado y un aumento en su precio. El consumo de pescado en España bajó de 1,3 millones de kilos en 2010 a 1.230 millones en 2011: un descenso del 1,9%. En los mariscos fue donde se produjo la mayor disminución (4,3%) y sólo se pudo observar un crecimiento en las ventas de pescado en conserva (1,8%).

Sin embargo, las familias españolas gastaron 9.000 euros en productos pesqueros en 2011, en comparación con 8.800 el año anterior.

   

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