viernes, 9 de noviembre de 2012

El precio de la afamada centolla de O Grove cae a unos sorprendentes 10 euros por kilo


Subasta de centolla en la lonja de O Grove, donde suele tener los precios más altos de Galicia

El precio de la centolla se ha desplomado a niveles insospechados hace menos de una semana. La lonja de O Grove, donde tradicionalmente se paga más cara, ya que se le presupone una mayor calidad y un sabor que muchos creen "inigualable", vio como ayer el mejor crustáceo descargado en puerto no superaba los 10 euros por kilo en el "primer mío", para situarse después en 8,50 euros.
Ni que decir tiene que se trata de cantidades ridículas para los primeros lotes, ya que se trata del mejor producto del día -las subastas se hacen siempre a la baja-, de ahí que ni siquiera el patrón mayor, Francisco Iglesias, pueda ocultar su sorpresa.
No cabe duda de que hay una gran cantidad de producto a la venta, y ya se sabe que la abundancia suele ser sinónimo de precios más bajos. Pero tampoco esto parece explicar semejante caída de precios, ya que en años anteriores incluso con mucho producto a la venta, las tarifas se mantenían muy por encima.
Lo lógico a estas alturas, a tenor de campañas anteriores, sería que la centolla de la ría se cotizara a precios máximos de entre 15 y 20 euros, o incluso más, por eso haber pasado de los 13 euros pagados el lunes en la lonja de O Grove a los 10 de ayer ha encendido todas las alarmas.
La crisis económica parece ser una de las causas de esta situación, según reconoce el propio Francisco Iglesias. Pero el patrón mayor va más lejos y apunta que "si bien una caída de precios respecto a años precedentes era previsible, personalmente creí que iba a notarse el primer día, pero nunca pensé que fuera a bajar de esta forma tan brusca a medida que avanza la primera semana de campaña". El patrón sostiene que "al principio todo parecía indicar que el centollo iba a soportar mejor la situación de crisis que tanto afecta a otras especies, pero parece que no va a ser así, al menos de momento".
A este respecto, manifiesta que "el problema es que el consumidor final no aprecia estos bajones y sigue pagando lo mismo, ya que muchos comercializadores, como se comprueba con productos como la almeja, han aumentado su margen de ganancia".
Así las cosas, "puede que no vendan tanta cantidad como antes, pero donde tenían un margen de beneficios del 25% o el 30% ahora aplican márgenes que superan el cien por ciento", lamenta Iglesias. Esto es tanto como decir que un producto cualquiera comprado en lonja a 10 euros puede costar más de 20 euros por kilo al consumidor, y eso, lógicamente, es un handicap en tiempos tan complicados económicamente como los actuales. En consecuencia baja la demanda y los precios de primera venta siguen cayendo.

 

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