sábado, 26 de mayo de 2012

Goirigolzarri: «No estamos hablando de ayudas, sino de capital, de aportaciones a fondo perdido»



«Hemos hecho un ejercicio muy profesional y muy riguroso, y creo que tenemos una franquicia muy sólida desde el punto de vista financiero, una franquicia extraordinaria desde el punto de vista de nuestra base de clientes, un buen equipo gestor, y el compromiso es hacer una franquicia muy eficiente, muy sólida y muy solvente y que cree valor para los accionistas».

Ese fue el mensaje que el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, repitió durante la hora larga que ha durado su comparecencia ante los medios para explicar con detalle el plan de saneamiento y recapitalización que supondrá la inyección de 23.465 millones de euros de dinero público. El objetivo es alcanzar un core capital o capital principal del 9,5%, algo que posibilitará el plan diseñado.

El presidente avanzó que el grupo BFA-Bankia recibirá a lo largo del mes de julio los 19.000 millones de euros que precisa para reflotar sus cuentas, mientras que la ampliación de capital con derechos preferentes (otros 12.000 millones más) se llevará a cabo en el último trimestre del año. También confirmó que la junta general de Bankia se celebrará en Valencia el próximo 29 de junio y que antes de esa fecha se habrá procedido a la conversión en acciones del préstamo concedido por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) a la entidad en el 2010, conversión a través de la cual el Estado pasará a ser el propietario mayoritario.

Entre los detalles dados por Goirigolzarri sobre la profunda, «seria y rigurosa» revisión de las cuentas de BFA-Bankia realizada en los últimos 15 días, que culminó con el plan de saneamiento, destacó el análisis de la cartera crediticia, el precio de la cartera de participadas -de cara a futuras desinversiones- o la reclasificación del crédito a promotores. Al respecto apuntó que la entidad precisa 15.600 millones de provisiones para crédito dudoso o subestándar.

El presidente insistió en que en la aportación del Estado «no estamos hablando de ayudas, sino de capital, de aportaciones a fondo perdido, y es responsabilidad de los gestores sacarle valor». Apostilló que el entorno actual es «muy complejo» pero que está convencido de que las auditorías externas que se realizarán «coincidirán» con los cálculos realizados por la entidad y que no será necesario pedir más dinero en el futuro. «Si no estuviéramos convencidos de ello no lo presentaríamos», dijo.

Sobre lo que el nuevo presidente evidenció que no está dispuesto a intervenir es en lo relativo a la depuración de responsabilidades de los anteriores equipos gestores. «Tenemos que ser extraordinariamente prudentes en los juicios. Yo no he venido para depurar responsabilidades sino para mirar al futuro», sentenció, añadiendo que en las cuentas de Bankia -que en el 2011 pasaron de 309 millones de beneficios a casi 3.000 de pérdidas- «no ha aparecido nada distinto a una revalorización de las necesidades de capital por el deterioro de la evolución economica y de los cambios regulatorios».

Respecto a Rato, indicó que había que tener en cuenta que su gestión coincidió con un «periodo regulatorio tremendamente convulso» y con la difiucultad adicional de sacar a bolsa el proyecto. «Fue en un momento muy complejo y de gran dificultad», añadió.

Alabó la actuación y la colaboración prestada por el consejo de administración que ayer dimitió en bloque, y explicó que la decisión se enmarcaba en la lógica necesidad de abrir una nueva etapa.




Y ahora pienso yo:  ¿De verdad que nadie va a responder ante la Justicia por haber causado ese agujero?

Vergonzoso (y me parece poco el calificativo)

 

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