jueves, 26 de abril de 2012

Sigue desaparecido el pescador en Camariñas


Dispositivo de búsqueda, ayer, del pescador desaparecido en la zona del Cementerio de los Ingleses

La ciclogénesis explosiva Petra, que ayer de madrugada barrió Galicia, se saldó con un pescador engullido por un golpe de mar. Por la mañana, la potente borrasca perdió algo de fuerza en tierra, pero no así en el mar, con alerta naranja por oleaje superior a los 6 metros y buena parte de la flota amarrada a puerto.

Ovidio Lema Pérez, de 50 años y residente en A Ponte do Porto (Camariñas), desapareció a primera hora de la tarde cuando pescaba en una zona rocosa próxima al Cemiterio dos Ingleses, junto a su cuñado, Manuel Martínez Romero, quien resultó herido en una pierna y fue trasladado al Hospital Virxe da Xunqueira, de Cee.

Una llamada efectuada sobre las cuatro de la tarde alertaba de la desaparición del hombrea, que había acudido a pescar a una zona muy peligrosa. Una ola se lo llevó. Inmediatamente acudieron al lugar dos helicópteros de rescate, la embarcación Salvamar Altair, Guardia Civil, Protección Civil y Policía Local de Camariñas. Un operativo de unas 30 personas estuvieron peinando el litoral, de dos millas de longitud, entre los acantilados del Cemiterio dos Ingleses y Camelle, aunque sin éxito. También participaron en la búsqueda numerosos vecinos, entre ellos familiares de Ovidio Lema. El desaparecido es un hombre muy conocido en la localidad. Nació en Regoelle, parroquia de Olveira (Dumbría), pero se casó y reside en Dor, en A Ponte do Porto. Ovidio Lema es albañil de profesión aunque se encuentra en el paro. Echaba una mano en un establecimiento hostelero propiedad de la familia. Las labores de búsqueda se suspendieron sobre las nueve y media de la noche.

En esa zona se registró el hundimiento del HMS Serpent en 1890 con 175 tripulantes.

En tierra, Petra generó fuertes rachas de viento. La mayoría, entre 80 y 120 kilómetros por hora. Pero las hubo muy superiores, de alerta roja. En Carballeda de Valdeorras (Ourense) la máxima registrada fue de 153, seguida por otra de 143 en punta Candieira (Cedeira) y de 122 en Vimianzo. La lluvia también descargó con fuerza. En 12 horas se acumularon 55 litros en Fornelos de Montes, 54 en Santa Comba, 51 en Forcarei y 50 en Lousame. En solo una hora, en Ribadumia se llegaron a recoger 19 litros.

El paso del temporal se saldó así con decenas de incidencias, sobre todo en las provincias de A Coruña, Pontevedra y Lugo, aunque sin apenas gravedad. La mayoría, por árboles caídos. En A Mariña, el fuerte viento derribó varios en Barreiros, Viveiro y Xove. En Trabada tumbó un poste telefónico y arrancó una antena parabólica de una casa de Lindín, en Mondoñedo. Una embarcación deportiva varada en el puerto de Burela sufrió daños al derribarla el viento sobre un costado.

En la comarca ferrolana, una carretera de Cariño quedó cortada al tráfico por un árbol, al igual que en otras vías de Cedeira y Ortigueira. En Ferrol se desprendió un canalón de un edificio a causa del viento y al caer rompió la luna de un turismo que estaba estacionado. También fue necesario retirar varios árboles derribados en los concellos de Oleiros, Bergondo, Paderne, Coristanco y Vimianzo, al igual que en O Barco y en Vigo.

Las lluvias dieron ayer un curioso tono al agua del río Cabe. A su paso por Monforte, bajaba teñido de verde. La causa es, probablemente, el arrastre de arcilla de los terrenos próximos al cauce con las aguas de escorrentía. Y en la costa, dos calderones muertos acabaron varados en las playas de O Vilar y Ponzos, en Covas, cerca de cabo Prior. Otro cetáceo, un cachalote de nueve metros de largo, fue hallado varado también en la ensenada de Panxón, en Nigrán.

El viento también obligó a desviar ayer a Oporto un vuelo de Ryanair procedente de Fráncfort que debía aterrizar en el aeropuerto de Santiago.


Búsqueda del pescador en Camariñas


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