No se dan precios, pero el producto estrella del Miño siempre sortea la crisis, porque la demanda supera siempre la oferta. La temporada 2011-2012 se cierra esta misma semana, como confirmó ayer el presidente de la asociación de pescadores del río Miño, Fernando Ferreira, que no pudo avanzar la media de capturas por embarcación y luna con la que acaba la temporada.
En las pasadas Navidades, fecha de referencia para los cálculos de cotización de esta especie, los precios fueron bastante positivos, aunque la valoración de los veteranos, como Ferreira, es que la temporada que acaba «ha sido regular». En diciembre se puso en el mercado a un precio situado entre los 450 y los 500 euros.
Entonces, la media por noche y barca en la luna de noviembre osciló entre los 2 y los 4 kilos. No es un producto apto para todos los bolsillos y, aunque su precio es alto, no es comparable con las desorbitadas cifras que se manejan en otros mercados peninsulares, como en Asturias, que llegó a los 1.500 euros en las épocas navideñas.
La comandancia naval del Miño realiza un exhaustivo control de toda la actividad que se realiza en el tramo fronterizo. Los pescadores ultiman la temporada en la parte baja del Miño, aunque la mayoría de los profesionales se dedican ya de pleno a la lamprea, con la que tienen mayores expectativas de beneficio. Pese a la sequía, intenta comenzar a subir el río Miño para desovar y morir.
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