jueves, 15 de diciembre de 2011

Expertos alertan de que la importación de bivalvos puede introducir virus en las rías

Varios profesionales gallegos trabajan en la recogida de mejillón

El profesor del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y director del laboratorio nacional de referencia en enfermedades de moluscos bivalvos, Antonio Figueras Huerta, abogó ayer por "controlar" las importaciones de otros países europeos para prevenir "pérdidas millonarias" en la acuicultura de estos productos marisqueros. En declaraciones a Efe previas a la presentación de su libro Enfermedades de moluscos bivalvos de interés en acuicultura, Figueras señaló que el texto "pone al alcance del especialista y del no experto una información actualizada en este tema, algo que no existía".

Figueras precisó que los moluscos importados vivos, al padecer una situación de "más estrés" y "cambios de temperatura" en su transporte hasta España, pueden hacer aflorar los patógenos, provocando más infecciones. Unas enfermedades que pueden provocar la muerte de los moluscos pero que no suponen un riesgo para las personas si son consumidos.

Este investigador destacó además que el mejillón representa el 80% de la acuicultura española y que el libro repasa todas las enfermedades que pueden padecer los moluscos bivalvos, no transmisibles al ser humano. El manual aborda diferentes clases de patógenos, desde virus hasta metazoos, pasando por bacterias.

Figueras señaló que las enfermedades con mayor incidencia en moluscos bivalvos son aquellas causadas por virus, como el herpes que afecta a especies como la ostra de Francia, un producto que está siendo importado a Galicia y a otras zonas de España. Estas enfermedades, explicó, causan un índice de mortalidad de casi el 100% en moluscos y ocasionan serios problemas económicos a la industria.

Este experto, sin embargo, aclaró que el patógeno que afecta a la ostra gala no se ha detectado en Galicia en el medio natural y recordó que este tipo de molusco no se cultiva en la comunidad sino que simplemente se recría a la espera de sacarlo al mercado en las épocas en que da más beneficios, como la Navidad.

El científico del CSIC consideró necesario también, para que estas enfermedades no ocasionen pérdidas económicas a los productores, la recogida o "cosecha" de estos moluscos afectados y su puesta en los mercados cuanto antes, ya que las enfermedades propias de estas especies "no afectan al consumidor". Además, reclamó un diagnóstico rápido de las enfermedades de moluscos de interés comercial como el mejillón, la almeja, el berberecho y la ostra para evitar pérdidas económicas por una epidemia incontrolada e impedir la extensión de la infección a zonas limpias.

Mientras, la Universidad de Vigo, en colaboración con el CSIC y el Instituto Español de Oceanografía, desarrollaron un método pionero que permite detectar las toxinas marinas en el fitoplancton. El sistema ofrece una "reducción del tiempo" de preparación de la muestra y el análisis frente a los métodos actuales, con varios pasos de extracción, separación y purificación.

Es un método cualitativo a través del que se conocerán los tipos de toxinas presentes en una muestra de plancton cuyos principales beneficiarios son los centros de control de toxinas.

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