viernes, 28 de octubre de 2011

Otro estudio pone de manifiesto fraude con pescado


Una investigación de la organización Consumer Reports reveló que más de un quinto de 190 muestras de productos del mar de minoristas y restaurantes de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut estaban mal etiquetadas. En algunos casos, se detectó que el pescado estaba identificado como una especie diferente. En otros casos, la información de las etiquetas era incompleta o bien los empleados no habían identificado los productos correctamente.

El informe se publicará en la edición de diciembre de 2011 de la revista y también online.

Consumer Reports envió las muestras de pescado fresco y congelado a un laboratorio independiente para realizar pruebas de ADN, las cuales indicaron que:
  • Sólo 4 de los 14 tipos de pescado comprados –mero chileno, salmón rojo y atún de aleta azul y ahi- estaban siempre etiquetados de manera correcta.
  • El 18% de las muestras no coincidía con el nombre que figuraba en los letreros, etiquetas o menús. El pescado se vendía falsamente como bagre, lenguado, mero, fletán, salmón real, mendo limón, pargo colorado, salmón plateado y atún de aleta amarilla.
  • El 4% no tenía etiquetas con información completa o no estaba bien identificado por los empleados.
  • Las 10 muestras de “mendo limón” analizadas y 12 de 22 de “pargo colorado” no correspondían a las especies indicadas.
  • El blanquillo camello estaba etiquetado como mero. El blanquillo camello contiene, en promedio, tres veces más mercurio que el mero, por lo que la Administración Federal de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) recomienda que las mujeres en edad fértil  y los niños eviten totalmente su consumo.
“Los estadounidenses gastaron USD 80.200 millones en productos del mar el año pasado, USD 5.000 millones más que en 2009, pero no siempre compran lo que creen que están comprando”, dijo Kim Kleman, editora en jefe de Consumer Reports.

“Ya sea en forma deliberada o no, la sustitución perjudica a los consumidores de tres maneras: en la billetera, cuando se cambia una especie cara por otra menos atractiva y más barata; en la salud, cuando consumen especies que tienen un contenido más alto de mercurio y otras sustancias contaminantes; y en la conciencia, si descubren que adquirieron equivocadamente especies cuyas poblaciones está agotadas”, agregó.

Las pruebas que realizó Consumer Reports demuestran que 3 de 21 muestras de “pez gato” en realidad eran de Pangasius hypophthalmus o bagre sutchi. Este producto se importa mayormente se importa de Vietnam, en donde los productores utilizan medicamentos que están prohibidos en Estados Unidos, señala el informe.

La FDA puede enviar cartas de advertencia, confiscar los productos del mar y evitar que las empresas importen pescado si detecta algún fraude. Sin embargo, los expertos de la FDA dicen que es fundamentalmente responsabilidad de las agencias estatales y locales regular los negocios minoristas de venta de pescado y los restaurantes.

Pero en los estados en donde se compró el pescado y se realizaron las pruebas, los funcionarios dicen que sus inspectores no están capacitados para diferenciar las distintas especies de pescado.

La Unión de Consumidores, la política pública y la división de defensa de Consumer Reports demandan que el Ministerio de Agricultura de Estados Unidos (USDA) defina el pez gato de manera más amplia para que los inspectores puedan regular todas las especies nacionales e importadas y requiera pruebas para detectar medicamentos utilizados en la acuicultura que son de uso ilegal en EE.UU. pero no en otros países.

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