Siguiendo un símil futbolístico, el Puerto Exterior realiza su primer fichaje de la temporada. El «Andrea Añón» iniciará las operaciones con una carga de palanquilla.
El 3 de abril del 2005 se colocaba la primera piedra de las nuevas instalaciones portuarias de punta Langosteira. Se iniciaba así una obra considerada por los técnicos como un reto para la ingeniería marítima española. El proyecto recogía un plazo de ejecución de 78 meses, es decir, seis años y medio.
Los sofisticados y exhaustivos estudios realizados por los ingenieros que redactaron el plan constructivo del nuevo puerto exterior coruñés no erraron mucho en las fechas. Y es que el próximo mes de junio, si no surge ningún imprevisto, punta Langosteira iniciará su actividad comercial.
El hierro será la mercancía que configurará el primer tráfico marítimo en las nuevas instalaciones portuarias. Concretamente serán barras de acero, también denominada palanquilla. Existencias producidas por Compañía Española de Laminación (Celsa), en las instalaciones que el grupo tiene en la localidad de Lendo, en el municipio de Laracha.
También se conoce qué buque será el primero que amarre en los noráis de punta Langosteira. Se trata del mercante Andrea Añón, de 108 metros de eslora y 18 de manga. Este barco es uno de los clásicos de los puertos interiores de A Coruña. Ayer mismo, consignado por la empresa Bergé Marítima, arribó al muelle de San Diego con una carga de 7.500 toneladas de palanquilla.
La Autoridad Portuaria de A Coruña ya lleva varios meses desarrollando los planes para llevar a cabo el traslado paulatino de los servicios portuarios a la dársena exterior de punta Langosteira. Para este primer atraque será necesaria la presencia de uno de los prácticos del puerto coruñés y los efectivos de amarre, pertenecientes a la empresa que opera en A Coruña, Maritime Global Service.
Y aunque el Andrea Añón no suele utilizar remolcador para la maniobra de atraque, por razones de seguridad, navegará hasta Langosteira uno de los remolcadores en servicio en los actuales muelles coruñeses.
El nuevo puerto de Punta Langosteira podrá recibir este tipo de tráfico gracias a que para su transporte, hacia o desde las acerías, se realizará por carretera y no es necesario el transporte ferroviario, accesos sobre los que todavía se está realizando el estudio informativo.
Pero en la Autoridad Portuaria de A Coruña también se está a la expectativa de una importante decisión de los astilleros ferrolanos Navantia.
Esta empresa está construyendo dos buques anfibios para la Armada de Australia. El Camberra y el Adelaide son similares al buque insignia español, el Juan Carlos I, también construido en Ferrol. Tienen 230 metros de eslora y 32 de manga.
Pero a diferencia del buque multipropósito español, las dos unidades que se fabrican para el país de las antípodas no se construirán en su totalidad. Sus superestructuras serán montadas en un astillero de Melbourne.
Por esta razón, estos dos navíos tendrán que navegar hasta Australia el próximo verano a bordo de un dique flotante, el Blue Marlin, de 224 metros de eslora y 64 de eslora.
Para cargar a los dos anfibios el Blue Marlin necesita un calado de 35 metros. Y solo Langosteira se lo ofrece. A Coruña también cuenta con cuatro potentes remolcadores. Aunque si Navantia opta definitivamente por el nuevo puerto, será necesario contar con un remolcador del puerto de Ferrol.
El pasado 27 de julio se firmó la concesión de 250 millones para financiar el remate de la obra
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