lunes, 27 de junio de 2011

Balance de la temporada de salmón en Asturias 2011


La campaña actual está siendo mucho más prolífica que las dos precedentes en los ríos asturianos. Los pescadores han pescado ya 1.022 salmones este año. Del total, 332 se sacaron del Sella, 328 del Narcea, 204 del Cares, 61 del Esva, 94 del Eo y 3 del Nalón. Los aficionados de la región consideran que estas cifras permiten concluir que la campaña ha sido buena, cuando, debido a las restricciones en vigor, los pescadores ya la dan casi por concluida, a la espera de lo que pueda suceder con los añales en el mes de julio.

El millar largo de capturas que se han contabilizado en los ríos salmoneros en lo que va de temporada de pesca supera con creces el resultado obtenido en las dos anteriores campañas, que fueron catastróficas en los cauces de la región.



Las asociaciones de pescadores de la región reclaman una mayor vigilancia, tanto en los propios cauces fluviales como en las bocanas de los ríos o en lo que concierne a las capturas en alta mar. A este respecto, abogan por una guardería específica de pesca. Además, aunque con matices, los colectivos de aficionados también están a favor de realizar repoblaciones o de endurecer las medidas contra el cormorán, una especie alóctona que, en opinión de los ribereños, está teniendo un efecto nefasto sobre la riqueza piscícola de la región.


«Una campaña buena, pero no histórica» es el primer balance de los pescadores asturianos sobre la temporada del salmón es positivo en cuanto al número de capturas,  pero está trufado de críticas a la gestión de la Consejería de Medio Ambiente. Esta valoración llega cuando han entrado en vigor una serie de restricciones que son puestas en tela de juicio, cuando no censuradas abiertamente a pie de río, y a apenas dos semanas vista del cierre de la campaña de pesca con muerte.

La prohibición de capturar salmones con una talla superior a los setenta centímetros y el hecho de que sólo se pueda pescar con mosca artificial y cucharilla de un solo anzuelo hace que los pescadores den ya prácticamente por cerrada la campaña, únicamente a la espera de lo que pueda pasar con la entrada de los añales en julio. Desde luego, los 1.022 salmones capturados hasta el domingo suponen una buena cifra, sobre todo si se la compara con el ejercicio de 2009, que se clausuró con únicamente 345 ejemplares, o con el del año pasado, cuando las históricas riadas de junio anticiparon el cierre en la mayoría de los pozos de la región y arruinaron la temporada.

Antón Caldevilla, presidente de la asociación de pescadores «El Esmerillón», de la comarca oriental del Principado, sostiene que «la temporada puede darse ya por concluida si no entran salmones pequeños en los ríos», toda vez que, a su juicio, las restricciones en vigor equivalen a una «veda encubierta». El veterano pescador de Cangas de Onís reconoce que la campaña «puede calificarse como buena, sobre todo a la vista de que únicamente podemos pescar mes y medio y tres días a la semana». En su opinión, y al menos en lo que concierne a los ríos del Oriente, «se podían haber sacado más ejemplares, pero no fue posible por el cupo de tres salmones por pescador», una medida que «desanimó a numerosos aficionados y que a otros les limitó la temporada a apenas una semana», según explica Caldevilla.

El presidente de «El Esmerillón» es un firme defensor de la repoblación de los ríos para «garantizar que el año que viene haya otra buena campaña de salmón». En este asunto, como en otros muchos, se muestra sumamente crítico con la política de la Consejería de Medio Ambiente. Aboga por sacar unos 150 ejemplares del río Sella para desovar y, de esa forma, lograr medio millón de alevines. «Es una medida que no supondría perjuicio alguno para el cauce y que, sin embargo, nos permitiría una buena campaña de pesca para el año que viene, independientemente de que haya riadas o no». Además, Caldevilla también reclama un control mucho más severo del cormorán y la creación de una guardería exclusivamente fluvial. El pescador cangués no escatima elogios hacia unos guardias que «lo están haciendo muy bien», pero entiende que «con más personal y una organización más adecuada podría ser mejor». Junto a todo ello, Caldevilla también pide «vigilancia sobre las bocanas de las rías y alta mar».


Desde el ala occidental de la región, Gil Rico, de la sociedad de pescadores «La Socala del Esva», comparte la opinión positiva sobre una campaña que tilda de «muy buena, si tenemos en cuenta el resultado de años anteriores y que solo se permite pescar con muerte durante un mes y medio». Rico también destaca que el hecho de que se haya superado ya el millar de capturas «prueba que están entrando salmones nuevos y que tienen muy buen tamaño».

Para seguir en esta línea ascendente, el pescador valdesano reclama que se extreme la vigilancia en las zonas alta durante la época de estiaje. A la hora de explicar las razones por las que la campaña está siendo mejor que las anteriores, Rico asegura que pueden concurrir múltiples factores, aunque, reconoce que «es cuestión de ciclos».

Con respecto a esta campaña en concreto, el pescador de «La Socala» señala que, por lo que se refiere al Esva, «se ha registrado un incremento de las capturas en zonas libres por encima de la de los cotos». Este fenómeno, se explica, a su juicio, en que «el nivel del agua del río estuvo por encima que en años anteriores» y posibilitó que los salmones llegaran con facilidad a las zonas altas.

Delfín Puente, de la Real Asociación Asturiana de Pesca Fluvial, señala que «la campaña ha sido buena para los pescadores, aunque no para la protección, porque más de mil ejemplares se podían haber quedado en los ríos». Para mejorar la situación de la especie y de la pesca, Puente defiende que los ríos estén «perfectamente acotados», que no vedados, y que el pescador «tome conciencia de la necesidad de devolver peces al río». Además, aboga por repoblaciones artificiales cuando sea necesario y con la «mínima modificación del ciclo biológico del salmón».

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