sábado, 21 de mayo de 2011

Salmón de 9 kilos en el Sella

Un alicantino ha pescado un salmón de 9 kilos y cien gramos. José Vicente Fernández se ha vuelto con todo un trofeo de su cita anual con las aguas del río Sella. Al menos tiene salmón en casa para comer durante una buena temporada, ya que la normativa impide la comercialización de las piezas capturadas. De hecho, confiesa que fue toda una odisea el mantener el pescado congelado en el viaje de regreso desde Asturias a Alicante en el coche.


La captura se llevó a cabo durante el puente de la Santa Faz. José Vicente, peluquero de profesión, se desplazó a Asturias con otros amigos para participar en la temporada de pesca. "Llevaba cinco años en los que no conseguía capturar nada", explica a este diario. Al final no sólo ha conseguido una buena pieza, sino que ha logrado batir récords de un peso mayor que la que tenía el ejemplar que inauguró la temporada. Muchos compañeros pescadores le aseguraron que "se te ha aparecido la Virgen de Covadonga" con esta captura.

El número de ejemplares pescados está limitado a una sola pieza por persona al día y por coto y la captura se realizó tras más de seis horas en las aguas del coto de Tempranas. La jornada empezó a las ocho de la mañana y todo apuntaba a que José Vicente iba a marcharse otro año más de vacío. A las doce del mediodía, los gancheros ya se habían cambiado de puesto.

El gran ejemplar cayó entre las 16.00 y las 16.30 horas de ese día. "Al principio, no éramos conscientes de que se trataba de un pez tan grande", recuerda. Entre todos comenzaron a tirar y el pez llegó a tirar entre treinta y cuarenta metros de sedal. El salmón arrojó al agua a uno de los miembros del equipo mientras trataba de agarrarlo con el salabre.

El pescador asegura que sus compañeros de Asturias le han dicho que es el mayor ejemplar pescado en la actual temporada en Asturias. Más incluso que el "campanu", que es el primero que se pesca en la temp0rada de los ríos asturianos. Éste el único que se puede vender. El resto de los autorizados en el coto, el pescador se los lleva a casa.

Por ello, el viaje de vuelta a casa fue una aventura para tratar de que el pescado llegara a Alicante en perfecto estado de conservación. El salmón fue congelado en Asturias y transportado en coche a la provincia. En Madrid fue necesario hacer una parada para renovar todo el hielo. Una vez en Alicante, el pescado fue cortado en rodajas y ahora la familia lleva comiendo salmón tres veces al día, dado su tamaño.

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